COVID-19 Y ADICCIONES: Cuando me doy cuenta de que no soy un consumidor social
En estos tiempos de confinamiento ha habido hipótesis sobre si la gente, al estar
los bares cerrados, se iban a curar por arte de magia de las adicciones o iba a
haber un incremento de ellas. Hoy, desde CEDA, vamos a razonar estas dos
hipótesis que se contraponen.
Nuestro equipo terapéutico trabaja en distintos recursos que tratan las
adicciones, entre ellos, desintoxicación hospitalaria, salud mental, patología
dual, centros de día y recursos residenciales. Gracias a ello podemos fomentar
las conclusiones de un estudio sobre adicciones en tiempos de confinamiento.
La persona que padece trastornos adictivos ha generado durante toda su vida
de consumos una personalidad y comportamiento adictivo. Esto se basa en un
aprendizaje patológico que queda grabado en la neuroplasticidad de nuestro
cerebro. Por ello, al igual que un bebé llora porque quiere conseguir o le falta
algo, en las adicciones hay mecanismos como las manipulaciones, el
comportamiento obsesivo, o el maltrato psicológico entre tantos… y la adicción se
convierte en una necesidad primaria incluso más potencial que comer o dormir.
Debemos argumentar que el hecho de mantener cerrados los bares durante el
inicio del estado de alarma podría reducir el consumo de alcohol en algunas
personas, pero por otro lado también en las listas de alimentos esenciales que
se podía comprar en los supermercados figuraba el alcohol como primera
necesidad. La sensación de búsqueda del placer inmediato que producen las sustancias
adictivas trasforma nuestra manera de razonar y hace que la recompensa
instantánea invada nuestro razonamiento, creando así un comportamiento
obsesivo y compulsivo por tener respuestas rápidas y conseguir soluciones
inmediatas. Una vez se sabe cómo acceder a algo de manera fácil, es difícil
trabajar en cosas que dan realización y crecimiento personal. En consecuencia,
el carácter irritable y la apatía son características de la persona adicta y afectan
en ella conducta y emociones que conllevan a la constante búsqueda del placer
inmediato. Lo que no son conscientes es del deterioro cognitivo, la baja
percepción del riesgo y la mala salud que atenta sus vidas.
En conclusión, ha habido un desbordamiento en las adicciones durante el
COVID-19. La gente que se consideraba consumidora social ahora debido al
confinamiento se da cuenta de que la adicción es muy real y se les está
escapando de las manos. Por ello CEDA quiere trasmitir que la adicción acaba
con todo lo que quieres, tienes y eres. No dejes que te controle y si lo necesitas,
pide ayuda